martes, 29 de noviembre de 2016

Audios de “Salsa con Causa” del Dr. Jaime Del Castillo, emitido el lunes 28/11/16 por Mambo Inn Radio, la mejor marca en el estudio, difusión y culto de la Salsa y del Latin Jazz en Perú, ganadora absoluta de premios internacional de Salsa 2015: Tema peruano de rigor, con el tema “Soneando el festejo” canta Solinka; “Voy a apagar la luz” con Pupi y su Charanga; “La Raza Latina” canta el gran sonero de soneros de New York: Nestor Sánchez con la orquesta de Larry Harlow; “Para ti” interpreta la orquesta de Mongo Santamaría; “Planté bandera” canta Chamaco Ramírez con la orquesta d Tommy Olivencia; “La china tiene imán” canta Miguelito Cuní con la orquesta de Felix Chappotin; “Vamos a gozar” canta Renzo Padilla con la orquesta Narvaez; “Yo la ví” canta Dioris Valladares; “El Rey del guaguancó” interpretada por la Familia Orchestra; “Cun cun cun” canta Morito Burke con la orquesta de los Hermanos Palau; “Cancela” canta José Alberto El Canario, con la orquesta de Tito Rodríguez Jr; “Cool” interpreta Alfredito Linares y su orquesta; “Adoración” canta Pedro Miguel con su orquesta los Maracaibos; “Que será” canta Santos Colón con la orquesta de Tito Puente; “Inolvidable” canta Tito Rodríguez; “Lo que quiero es gozar” canta Johnny Vega, Chivirico Dávila y Junior Toledo, con la Rafael Cortijo y su Combo; “Oye guajira mi son” interpreta Orlando Valle Maraca; “Los Roncos” canta Jesús el Niño, con la orquesta de Edwin Bonilla; “Mi son, mi son” canta Monguito el Único; “Perversa” interpreta la Orquesta Casino de Hugo Macedo



Audios de “Salsa con Causa” del Dr. Jaime Del Castillo, emitido el lunes 28/11/16 por Mambo Inn Radio, la mejor marca en el estudio, difusión y culto de la Salsa y del Latin Jazz en Perú, ganadora absoluta de premios internacional de Salsa 2015: Tema peruano de rigor, con el tema “Soneando el festejo” canta Solinka; “Voy a apagar la luz” con Pupi y su Charanga; “La Raza Latina” canta el gran sonero de soneros de New York: Nestor Sánchez con la orquesta de Larry Harlow; “Para ti” interpreta la orquesta de Mongo Santamaría; “Planté bandera” canta Chamaco Ramírez con la orquesta d Tommy Olivencia; “La china tiene imán” canta Miguelito Cuní con la orquesta de Felix Chappotin; “Vamos a gozar” canta Renzo Padilla con la orquesta Narvaez; “Yo la ví” canta Dioris Valladares; “El Rey del guaguancó” interpretada por la Familia Orchestra; “Cun cun cun” canta Morito Burke con la orquesta de los Hermanos Palau; “Cancela” canta José Alberto El Canario, con la orquesta de Tito Rodríguez Jr; “Cool” interpreta Alfredito Linares y su orquesta; “Adoración” canta Pedro Miguel con su orquesta los Maracaibos; “Que será” canta Santos Colón con la orquesta de Tito Puente; “Inolvidable” canta Tito Rodríguez; “Lo que quiero es gozar” canta Johnny Vega, Chivirico Dávila y Junior Toledo, con la Rafael Cortijo y su Combo; “Oye guajira mi son” interpreta Orlando Valle Maraca; “Los Roncos” canta Jesús el Niño, con la orquesta de Edwin Bonilla; “Mi son, mi son” canta Monguito el Único; “Perversa” interpreta la Orquesta Casino de Hugo Macedo; y mucho más, en nuestros comentarios, críticas y posiciones; y no te olvides que estás invitado a unirte a nuestro grupo salsero, entra a la siguiente dirección electrónica en Facebook, https://www.facebook.com/groups/824597710920059/       
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lunes, 21 de noviembre de 2016

Audios de “Salsa con Causa” del Dr. Jaime Del Castillo, emitido el lunes 21/11/16 por Mambo Inn Radio, la mejor marca en el estudio, difusión y culto de la Salsa y del Latin Jazz en Perú, ganadora absoluta de premios internacional de Salsa 2015: Tema peruano de rigor, con el tema “María” canta Eugenio Chávez 'Changó' con la orquesta La Progresiva del Callao; “Camina María que me fascina” canta Ismael Quintana, para su Lp 'Punto y aparte'; Tema perfecto de la música cubana con “Descarga de hoy” con Jesús Alemañy y Alfredo Rodríguez'; Salsa dura del hoy por hoy con “Mama Calunga” canta Freddy Ramos y David Copinger, con la orquesta Tromboranga; Otro gran cantante de los cantantes nos interpreta el bello tema “El baile del Suavito” canta Oscar D'León y su Salsa Mayor; Chillones trombones pero buen piano con “Jazzy” con la orquesta de Willie Colón; “Tú para mí no eres na” canta Hector Aponte con la orquesta de Ray Rodríguez; Bolero de oro puro con el tema “Puro Teatro” canta La Lupe de Cuba, la misma que fuera desgraciada por Celia Cruz cuando firmó por FANIA; “Acabará” canta Pablo Lebrón, con The Lebron Brothers; Javier Vásquez el gran arreglista de Ismael Rivera, ambos con el tema “El Niche” canta Ismael Rivera con sus Cachimbos, “Lagrimita llorón” canta Junior Córdova, con la orquesta de Rafael Cortijo, “Los hermanos Pinzón” interpreta Ñiko Estrada y su Sonora, para su Lp 'A gozar con Ñiko Estrada', con el sello Odeón del Perú; “Mañana de Carnaval” canta Pachito Nalmy con la orquesta de Papo y su Combo del Callao; “La malanga resbala” canta Leslie Cartaya con 'Palo!'; “Tremendo Cumbán” canta Charlie Aponte y Andy Montañez, con El Gran Combo de Puerto Rico; “Descarga Caliente” canta Ruben Blades con la orquesta de Pete Rodríguez; “Averiguá” canta Nestor Sánchez con la orquesta de Tony Pabón; “Dónde” canta Rolando Laserie, con el Combo de Johnny Ventura, “Carahuico” canta Adalberto Santiago con la orquesta Típica 73'; “Verdaderos amigos” canta Rico Walker, con la orquesta de Don Perignon y su puertorriqueña; “Pachito en Salsa” canta Pachito Nalmy



Audios de “Salsa con Causa” del Dr. Jaime Del Castillo, emitido el lunes 21/11/16 por Mambo Inn Radio, la mejor marca en el estudio, difusión y culto de la Salsa y del Latin Jazz en Perú, ganadora absoluta de premios internacional de Salsa 2015: Tema peruano de rigor, con el tema “María” canta Eugenio Chávez 'Changó' con la orquesta La Progresiva del Callao; “Camina María que me fascina” canta Ismael Quintana, para su Lp 'Punto y aparte'; Tema perfecto de la música cubana con “Descarga de hoy” con Jesús Alemañy y Alfredo Rodríguez'; Salsa dura del hoy por hoy con “Mama Calunga” canta Freddy Ramos y David Copinger, con la orquesta Tromboranga; Otro gran cantante de los cantantes nos interpreta el bello tema “El baile del Suavito” canta Oscar D'León y su Salsa Mayor; Chillones trombones pero buen piano con “Jazzy” con la orquesta de Willie Colón; “Tú para mí no eres na” canta Hector Aponte con la orquesta de Ray Rodríguez; Bolero de oro puro con el tema “Puro Teatro” canta La Lupe de Cuba, la misma que fuera desgraciada por Celia Cruz cuando firmó por FANIA; “Acabará” canta Pablo Lebrón, con The Lebron Brothers; Javier Vásquez el gran arreglista de Ismael Rivera, ambos con el tema “El Niche” canta Ismael Rivera con sus Cachimbos, “Lagrimita llorón” canta Junior Córdova, con la orquesta de Rafael Cortijo, “Los hermanos Pinzón” interpreta Ñiko Estrada y su Sonora, para su Lp 'A gozar con Ñiko Estrada', con el sello Odeón del Perú; “Mañana de Carnaval” canta Pachito Nalmy con la orquesta de Papo y su Combo del Callao; “La malanga resbala” canta Leslie Cartaya con 'Palo!'; “Tremendo Cumbán” canta Charlie Aponte y Andy Montañez, con El Gran Combo de Puerto Rico; “Descarga Caliente” canta Ruben Blades con la orquesta de Pete Rodríguez; “Averiguá” canta Nestor Sánchez con la orquesta de Tony Pabón; “Dónde” canta Rolando Laserie, con el Combo de Johnny Ventura, “Carahuico” canta Adalberto Santiago con la orquesta Típica 73'; “Verdaderos amigos” canta Rico Walker, con la orquesta de Don Perignon y su puertorriqueña; “Pachito en Salsa” canta Pachito Nalmy; y mucho más, en nuestros comentarios, críticas y posiciones; y no te olvides que estás invitado a unirte a nuestro grupo salsero, entra a la siguiente dirección electrónica en Facebook, https://www.facebook.com/groups/824597710920059/       
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martes, 15 de noviembre de 2016

James P. Johnson padre del Stride Piano y forjador del orgullo negro musical jazzístico. El genial pianista Johnson como nadie, luchó para demostrar que el músico negro era superior en música culta y en el jazz. Historia del Jazz. Parte XXIV




James P. Johnson padre del Stride Piano y forjador del orgullo negro musical jazzístico. El genial pianista Johnson como nadie, luchó para demostrar que el músico negro era superior en música culta y en el jazz. Historia del Jazz. Parte XXIV



Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo



Los maestros pianistas de Harlem asumieron la tradición del legendario ragtime como se ha dicho, al momento de confeccionar y cocinar el Stride Piano, pero sobre todo, el pianista de Harlem quiso añadir lo mejor de lo mejor del piano de su tiempo en su nueva obra y estilo; el pianista de Harlem quería demostrar que nada de las últimas y modernas técnicas del piano le eran ajenas en modo alguno y fue por eso que añadieron o adicionaron a su nueva música los mejores efectos orquestales del momento, las novísimas armonías, los efectistas y efectivos acordes y las más importantes técnicas pianísticas, a la usanza de los mejores concertistas de la vieja Europa, los mismos que se paseaban por los Estados Unidos demostrando su arte y su técnica depurada.




El gran maestro pianista James P. Johnson, es el summun de todo ello, es una muestra cabal y exacta de lo que hemos mencionado ut supra, es el modelo paradigmático por antonomasia de la escuela del Harlem Stride Piano, como que se le reconoce ser el padre creador del Stride Piano; sin lugar a dudas y sin temor a equivocarnos, fue la música del maestro Johnson bajo comentario,  la magistral unión, continuidad y embone, entre el clásico Ragtime del maestro Scott Joplin y el moderno Jazz de los geniales Fats Waller y Art Tatum (nacido un 13/10/1909 en Toledo, Ohio y fallecido un 5/11/1956 en Los Ángeles, California). 




El gran maestro de maestros James Price Johnson, desde sus primeras obras musicales, mostró gran respeto leal y fiel al ragtime; por eso es que fue todo un éxito y nuevo paradigma musical, su grabación titulada “Carolina Shout”,





siendo el tema más imitado por muchos pianistas, inclusive, mucho antes que se publicase la partitura correspondiente y oficial, tanta fue la fama del genial James P. Johnson y su composición antes mencionada, que reemplazó ampliamente al célebre tema “Maple Leaf Rag” de Joplin, como la durísima prueba de fuego para los principiantes, que querían ser considerados como pianistas de rag.




Las obras musicales del maestro de maestros James Price Johnson, fueron en verdad de verdades, canciones populares y grandes éxitos en su momento, tales como “If I Could Be with You (One Hour Tonight)”,





o también “Old Fashioned Love”,





así como el “Charleston”,





el alcance de su fama colmó al numeroso público,  que inclusive conocía poco del compositor, pero amaba sus melodías y las hicieron suyas.




Sin embargo y pese a su popularidad y arrastre musical de preferencia, el maestro James P. Johnson destacó también, en los lujosos salones y audiencias de la música culta y de concierto y al igual que su antecesor en el ragtime, el legendario músico Scott Joplin, quería demostrar que su música bien podía ser considerada culta y hasta clásica y para demostrar ello, compuso su refinada obra “Sinfonía de Harlem”,





también es de su creación una “Suite sinfónica americana” (que tuvo como modelo el tema “St. Louis Blues” de W. C. Handy), también compuso el concierto para piano “Jassamine”, por si fuera poco, también compuso una rapsodia para piano titulada “Yamekraw” (la misma que fuera  interpretada en el exclusivo y lujoso Carnegie Hall con el gran pianista Fats Waller como solista);




así mismo, compuso la ópera “De organizar” (con sendo libreto del reconocido escritor Langston Hughes).




Pero, también es cierto, que el gran maestro James P. Johnson no fue muy apoyado con respecto a estas últimas creaciones de música culta.




Pero, la influencia del genial maestro de maestros James P. Johnson, se puede notar claramente en muchos pianistas y maestros del jazz posteriores, tal es el caso del gigante Duke Ellington quien fuera influenciado nítidamente por Johnson en sus obras “Black, Brown and Beige”





y “Harlem”,



entre otros grandes músicos venideros.





El genio de James P. Johnson era sumamente creativo, tenía un cerebro musical bullente e inquieto para las composiciones musicales,  tan era así, que usaba casi cualquier tipo de inspiración musical para crear nuevas y originales unidades compositivas, no se limitaba a las interpolaciones clásicas, como por ejemplo la clásica obertura de Guillermo Tell y de Peer Gynt, hasta complejos e intricados ejercicios contrapuntísticos pianísticos con temas nacionales, tales como el número musical “Imitator’s Rag” que fusionó la marcha confederada “Dixie” en su mano derecha, con el himno estadounidense en la mano  izquierda de su piano, toda una maravilla musical y obra maestra.





Como no podía ser de otro modo, el gran maestro James P. Johnson hizo música de jazz con pequeños grupos o los llamados Combos y hasta grabó con los Blue Note Jazzmen, también dejó sendas placas inmortales, con reconocidos músicos de la ciudad de Chicago. Quizás el gran maestro Johnson, no haya sido el mejor músico, pero no hubo otro que tenga tanta fe en la riqueza del jazz ejecutado por maestros músicos negros y fue el que más trabajó, ardua e intensamente para demostrarlo y claro que lo logró.




Sin lugar a dudas, le debemos al genial James P. Johnson, que el Harlem Stride Piano se convirtiese en el vehículo, el escenario y el marco idóneo y por antonomasia, para las grandes competencias musicales pianísticas, que luego se harían normales y regulares en el mundo del mejor Jazz norteamericano. Por eso mismo, afirmó el gran maestro Duke Ellington, --el mismo que fuera formado pianísticamente en la gran escuela y tradición del Stride de Harlem--, que: “Cualquiera que tuviera reputación como pianista tenía que demostrarlo a los presentes sentándose al piano para presentar su mercancía artística”.




Posteriormente, e inspirados en el fructífero y competitivo Harlem Stride Piano, se crearon las Cutting Contests o Jam Sessions en las que los músicos trataban de demostrar que eran maestros en sus instrumentos y buscaban superarse unos a otros, esos ejercicios musicales fueron fundamentales e importantes elementos para la práctica y la pedagogía jazzísticas, constituyéndose todo un sagrado ritual, para los jóvenes músicos camino a la alfombra roja de la excelencia.


 (Fin de la parte XXIV)



Lima, 31 de octubre del 2016

Jaime Del Castillo Jaramillo

Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
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Antigua cultura pianística norteamericana se refinó y lució con el Harlem Stride Piano. Música cubana también fue educada en la escuela europea tal como el pianista norteamericano, de ahí la gloria y el liderazgo universal de ambas. Historia del Jazz. Parte XXIII







Antigua cultura pianística norteamericana se refinó y lució con el Harlem Stride Piano. Música cubana también fue educada en la escuela europea tal como el pianista norteamericano, de ahí la gloria y el liderazgo universal de ambas. Historia del Jazz. Parte XXIII



Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo



En verdad de verdades, el jazz de los años 20’ y 30’ era música de espectáculo y muy hambriento y necesitado de público numeroso; ese jazz era pletórico de tretas y recursos musicales siempre novedosos y por cierto efectistas, a fin de mantener alegre, entretenido y satisfecho al respetable; pero, hablemos claro, el Jazz para la gente blanca, necesitaba de esos recursos efectistas musicales antes mencionados, era la compensación o el contrapeso por no contar o no tener la gracia y el genio del arte negro en su jazz de salones decentes y lujosos y para los racistas blancos en puridad de verdad, los mismos a quienes les gustaban buenos espectáculos musicales y por cierto que gozaban y tenían fuerte capacidad adquisitiva para gastar en grande, exigiendo espectáculos musicales de primer nivel.



Es por eso, que muchas de las veces, el alarde y la alharaca o el oropel epidérmico musical, podía sobrepujar a la esencia  misma del jazz; por eso, en alguna oportunidad el gran maestro Duke Ellington dijo que: “cuando yo comenzaba mi obra, el jazz consistía en la espectacularidad”, es obvio que el jazz para los elegantes salones de gente blanca, necesitaban de boato, esplendor y bambolla; es por eso que, en oposición y a contrapelo de esa pompa, gala y postín jazzístico de la gente blanca, pues, el Harlem Stride Piano va a brillar, va a diferenciarse, va a distinguirse y a crecer más nítido, rápido y en olor de popularidad, pero sobre todo, crecerá y se consolidará en profesionalismo, vale decir, la mediocridad, la superficialidad y el ‘chiveo’ no estaban en el diccionario de los grandes pianistas del Harlem negro.  



El Harlem Stride Piano, sustancial y cardinal y directamente, fue una respuesta profesional, sarcástica y musical, en contra de la descarada, abusiva y poderosa discriminación racial, cultural y social, proveniente no solamente de la gente blanca, sino también, de los propios negros del Harlem culto y clase media alta.


Además, esa discriminación racial de rostro fiero y crispado y exacerbado, se convirtió en más brutal y desalmado y perverso con la terrible y grave recesión económica y crisis financiera de los años 20’ y 30’. Los obreros negros y los negros en general, no recibían el mismo salario o sueldo que los obreros y trabajadores blancos, eso está debidamente consignado en la historia y debidamente probado y comprobado. La vida se volvió gris, dura y ruda para el negro en esa álgida y coyuntura cultural, política y económica y la música por cierto, era su bálsamo y su paraíso de libertad.



Los maestros y genios creadores del Harlem Stride Piano inteligentemente, también hicieron uso de la espectacularidad, de la que hacían gala los jazzistas de los salones elegantes para gente blanca, precisamente, uno de los más grandes exponentes de este estilo, fue el gran maestro del swing y célebre músico del Harlem Stride Piano: Fats Waller o Thomas Wright Waller, quien naciera en el mismo barrio de Harlem y fue hijo de un pastor bautista, precisamente aprendió a tocar el órgano y el piano, influenciado por su progenitor. Fats vio la luz de este mundo, un 21/5/1904, en  Nueva York y fallece un 15/12/1943 en Kansas City.



El gigante Fats Waller, era una afinada máquina artística y muy sorprendente, al momento de mostrar su gran talento musical, el mismo que cautivaba, emocionaba y arrebataba a su público, en suma, un showman de lujo y antología; en verdad de verdades, el genial maestro pianista Fats Waller todavía no ha sido superado por otro músico de jazz, ni ayer  ni ahora y se le ha regateado los honores y las dignidades correspondientes; Fats Waller es un gigante de gigantes del jazz, pero, sea por racismo, sea por odio, sea por envidia o sea por ignorancia, no se le ha dado, ni reconocido, el verdadero y altísimo sitial que le corresponde en la áurea historia del Jazz. No se equivocan en modo alguno, los que afirman que el espectacular Fats Waller solamente es comparable al legendario Louis Armstrong.




El Harlem Stride Piano no solamente asumió el sugestivo modo de la espectacularidad del jazz oficial y de la gente blanca de la poderosa New York, sino que puso en el corazón mismo, de su nuevo estilo y ritmo musical, a su antecedente directo, el ragtime pletórico de alegres, saltarinas y decidoras síncopas y a todo ello, se le adicionó múltiples recursos y técnicas pianísticas que enseñaron y fijaron los grandes maestros pianistas, que van, desde Jelly Roll Morton o Earl ‘Fatha’ Hines, hasta los geniales pianistas de la música clásica. Obviamente, que con todos esos elementos, técnicas, métodos y recursos musicales antedichos, el producto final, denominado Harlem Stride Piano, devino en un bellísimo estilo de congruencia y naturalidad orquestal y pletórico de calidad pianística virtuosa, original y compleja.



Repito, el Harlem Stride Piano fue una clarísima y nítida respuesta del jazz popular y en contra del jazz oficial o de los salones de lujo, a la usanza de la pudiente gente blanca de New York; es más, así y en ese sentido, lo reconoció y sentenció expresamente, el gran maestro pianista James P. Johnson, cuando reveló que los orígenes del tantas veces mencionado Harlem Stride Piano, se enclavaron y fructificaron en los linderos bien demarcados de la enconada disputa cultural, racial y social antes mencionada y por cierto, muy bien aceitada, por la exigente y elitista competitividad musical en la ruda y materialista ciudad de Nueva York.




Fue el piano, el instrumento musical más completo y complejo y ahora convertido, en la principal herramienta o privilegiada arma de guerra musical, a fin de cruzar espadas, en sendas y lucidas batallas musicales de la mejor antología del Jazz neoyorkino. Es de mal gusto o de baja cultura o ignorancia supina, que se acepte o se aplauda a un pianista procedente de Harlem que sea mediocre o regular, toda vez que históricamente, de Harlem nacieron los más grandes pianistas de EE.UU y del mundo entero en materia de Jazz y la escuela está ahí, y se debe mantener y preservar, no admitiendo a pianistas mediocres o mancos de la mano izquierda, tal es el caso del pianista Eddie Palmieri que ha sido premiado con Latin Grammy por obras de Latin Jazz cuando ese pianista de Harlem no le llega ni a los talones, al más ínfimo y último de los grandes pianistas jazzísticos de Harlem. La ignorancia es atrevida.


Nunca y en ningún Estado de la patria de Abraham Lincoln, se usó el piano con la intensidad, originalidad y profusión que en New York; nunca y en ningún Estado de la Patria de Benjamín Franklin, se ejecutó musicalmente el piano con tal preciosismo, técnica, complejidad y calidad, como lo hicieron los señeros y grandes maestros de las blancas y las negras de la Gran Manzana y en específico en el Harlem negro, nunca.




Los originales, patrones y gigantes maestros pianistas de Nueva York, obtuvieron su alto nivel y calidad y reconocimiento universal, porque el pianista formado, educado y forjado en la Capital del Mundo, se moldeó de acuerdo a las rígidas y rigurosas enseñanzas del método, del sistema y del estilo europeo, donde la música clásica era el cielo y el paradigma.



Ahí está el secreto pues, para comprender y apreciar, en su real dimensión, calidad y magnitud, a los grandes pianistas de jazz de la Gran Manzana y de Harlem en específico; luego, esa escuela pianística fue aplicada para el género de la salsa en los años 70’, (en algunos casos), en New York, pero con el antecedente directo, de los  paradigmáticos pianistas cubanos formados y educados también, en la misma norma básica de escuela europea musical; por eso mismo, la música cubana es la matriz señera, para lo que después se llamaría salsa en New York a partir de los años 70’. (La verdad es que, Salsa no es otra cosa que música cubana mal y peor ejecutada en New York y en otros lugares llamados ‘salseros’).




Y es que, en verdad de verdades, los ciudadanos de Nueva York, --sean de raza blanca o negra--, normalmente estaban acostumbrados a escuchar a buenos pianistas llegados de diferentes partes del mundo, además de los mismos tecladistas norteamericanos; la cultura pianística norteamericana es tan antigua como la nación misma, es parte natural de su formación artística nacional, por ello mismo fueron y son grandes fabricantes del piano desde el siglo XIX;  en New York se escuchaba buen piano, ya sea en los conciertos, ya sea en los cafés, ya sea en los teatros. Su cultura pianística, es también es tan poderosa como su economía nacional, indudablemente y ahí está su solidez y presencia como bastiones de la civilización occidental. El buen arte es el termómetro fundamental, para medir el nivel de civilización de las naciones y por cierto el Jazz norteamericano es su creación nacional y el mejor del mundo y desde hace décadas, hasta la fecha.

 (Fin de la parte XXIII)




Lima, 30 de octubre del 2016

Jaime Del Castillo Jaramillo

Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
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